- On marzo 23, 2021
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Jaume Figueras i Barulls
Por Fernando Garcés.
Dos nombres sirven para designar la torre construida por Gaudí sobre las ruinas del antiguo palacio del rey Martín. El más conocido es el de Bellesguard, que hace referencia al nombre que este rey le dio a su palacio y que, en la actualidad, recibe también la calle donde se ubica el edificio de Gaudí. El segundo nombre es “Casa Figueras”, y este nombre hace referencia a la familia que le encargó el proyecto a Gaudí.
Cuando Gaudí diseñó un escudo familiar por Eusebi Güell escribió el siguiente lema: “Ayer pastor, hoy señor”. En el caso de los Figueras se podría elegir uno similar que dijera: “Ayer labrador, hoy Burguès”. En efecto, la estirpe de esta familia comienza en los campos de la ciudad de Piera, en la Anoia, y continúa en la ciudad de Barcelona, donde se convirtieron en industriales tanto del sector de la alimentación como del sector textil, pero sobre todo del primero.
El primer dato revelador de este ascenso se documenta en 1820. Ese año, Jaume Figueras Bonastre fundó una empresa de pastas de sopa en la calle San Ramón que, veinte años más tarde, la familia trasladó a la esquina de la Rambla con la calle Petxina. En 1902, sus descendientes remodelaron esta tienda con la colaboración de destacados profesionales de la época, entre los que se encontraban el pintor y escenógrafo Antoni Ros y Güell y el ceramista Mario Maragliano. En la actualidad, este local es la sede de la popular pastelería Escribà. En la fachada, sin embargo, todavía podemos leer “Antigua Casa Figueras”. El año 2017 se descubrió que los Figueras tenían otra tienda en la calle del Carmen, que seguramente fue decorada por los mismos artistas que trabajaron en la tienda de las Ramblas Ramblas [1].
El miembro más conocido de esta familia fue Jaume Figueras Barulls (1827-1887). Él y Antoni Gaudí eran amigos, juntos soñaron construiir Torre Bellesguard. Por desgracia, Figueras murió antes de que Gaudí comenzara las obras y quien materializó el proyecto fue Maria Sagués i Molins (1835-1907), su viuda. En aquella época, la finca ocupaba casi 12 hectáreas. Maria la compró el 12 de junio de 1900 por 65.000 pesetas. Las obras comenzarían el siguiente año. A la muerte de la viuda, en 1907, la finca pasaría a manos de Jaume Figueras Sagués (1871 a 1942), uno de sus tres hijos. En 1909 Gaudí abandonó la obra por varias razones, dejando la casa inacabada y no será hasta 1916 cuando Domènec Sugrañes se hará cargo de los últimos retoques.
La conexión de la familia Figueras con Gaudí nos conduce hasta el Círculo Artístico de Sant Lluc, una institución formada en 1896 y de la que tanto Gaudí como los hijos de Maria Sagués fueron miembros[2]. Jaume Figueras Sagués incluso fue su tesorero. Además, Joan Rubió i Bellver, uno de los principales colaboradores de Gaudí, fue el presidente de este Círculo en dos ocasiones (1904-1906 y 1912-1914). Todos ellos compartían un profundo sentimiento religioso y una visión similar del arte y la política catalana.
En 1899, el Círculo fomentó la fundación de otra institución muy querida por Gaudí, la Liga Espiritual de la Virgen de Montserrat. No es extraño, pues, que en Bellesguard haya diferentes alusiones a la Virgen y la montaña de Montserrat. En los bancos situados en la entrada principal de la torre encontramos la imagen de Montserrat, y al hierro forjado de la misma puerta podemos leer: “María purísima sin pecado fue concebida”.
[1] Lluís Permanyer (3 de julio de 2017), “Redescubierta en Barcelona una esquina modernista en la calle Carme”, La Vanguardia
[2] Carles Rius (2014) Antoni Gaudi: Casa Bellesguard as the Key to His Symbolism, Publicacions i Edicions de la Universitat de Barcelona, pág. 180-181