- On marzo 20, 2025
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Las mujeres de Bellesguard: “contra todo pronóstico”
Por Ferran Garcés
Seguimos la serie iniciada hace dos semanas sobre las mujeres de Bellesguard. Empezamos con La Querella de las Mujeres, un debate sobre la condición femenina que comienza en la época de dichas mujeres. Continuamos con la biografía de las dos reinas que compitieron por el palacio tras la muerte de Martín I el Humano, su constructor (El antiguo palacio de Bellesguard) Hoy hablaremos de las siguientes propietarias, dos damas de la aristocracia catalana que las reemplazaron contra todo pronóstico. Con ellas, Bellesguard deja de ser una residencia real y se convierte en una propiedad de la nobleza.
Por otro lado, en el artículo anterior comentábamos cómo una de aquellas reinas, Violante de Bar, contó con un aliado inesperado para hacerse con Bellesguard. Hoy revelaremos su nombre. Una pista: fue una de estas damas…
Elionor, o Leonor, de Cervelló
Propietària i, potser, resident: 1424-1441
De todas las mujeres de Bellesguard, Elionor de Cervelló es la menos conocida. En Wikipedia, solo aparece en la biografía en castellano de su marido, Antonio de Luna, como madre de una hija. En la biografía en catalán del mismo marido, ni siquiera se la menciona. Tampoco se habla de ella en el fondo Gualbes, la principal fuente para el estudio de Bellesguard (1).
¿Qué podemos decir de ella? Gracias a Esteban Galindo López, uno de los miembros del Grupo de Investigación de Torre Bellesguard, sabemos que era hija de Hug Alemany de Cervelló y de Beatriu d’Erill, sobrina de Guerau Alemany de Cervelló, gobernador de Cataluña (2). En consecuencia, Elionor formaba parte de una de las familias importantes de Cataluña. Su estatus aumentó al casarse con el noble Antón de Luna, consejero de Violante de Bar, entonces viuda del rey Juan I el Cazador, el hermano de Martín I el Humano. Los capítulos matrimoniales se firmaron el 7 de octubre de 1409, en el monasterio de Pedralbes, estando presente la reina viuda (3). En aquel momento, el rey Martín aún vivía, pero “se habrían casado en la capilla de Bellesguard en mayo de 1410”, el mes en que murió este monarca sin heredero legítimo (4).
Durante el conflicto sucesorio posterior, tanto la reina como su dama de compañía apoyaron a Luis de Anjou, el nieto francés de la reina Violante. Ahora bien, en un auténtico giro de guion, Antonio de Luna se convirtió en el principal defensor de Jaime de Urgel, uno de los pretendientes mejor posicionados. Incluso participó en el asesinato del arzobispo de Zaragoza, un firme defensor de los derechos de Luis de Anjou. Esto provocó la ruptura total con la reina Violante y con Elionor (5). El marido “traidor” morirá pronto, en 1419, lejos de la escena política y con sus bienes embargados. Sin embargo, contra todo pronóstico, Elionor recuperó unas propiedades que le otorgaron una considerable fuerza económica (6).
Y ahora la información que habíamos prometido desvelar. ¿Quién fue el apoyo inesperado de la reina Violante? A este punto del artículo, imaginamos que ya lo habréis adivinado. En efecto, fue Elionor de Cervelló, la dama con una posición económica, en aquellos turbulentos años, superior a la de su señora, la reina Violante. La relación entre ellas debía de ser muy buena porque, en 1424, la dama de Cervelló le compró la torre de Bellesguard (7). “Creemos -opina el historiador Carles Díaz Martí- que lo hizo para ayudar a la reina viuda (…) En manos de Elionor, Violante pudo vivir tranquilamente en Bellesguard hasta su muerte en 1431 (…) Es probable que ambas convivieran juntas en la torre de Bellesguard” (7). Desconocemos si también residía con ellas Elfa de Luna y Cervelló, la única hija de Elionor y el conde de Luna. La hija mencionada en la biografía en castellano de Antonio de Luna, que comentábamos un poco antes.
Más adelante, la fiel dama, como albacea de su difunta señora, ofreció Bellesguard a los monjes jerónimos del monasterio de Vall d’Hebron, fundado por la reina Violante, y el de la Murta. Sin embargo, la fusión de los monasterios nunca se materializó. A continuación, entre 1441 y 1446, Bellesguard fue propiedad de dos nobles que solo querían hacer negocio con la compra y venta de la finca, hasta que, en 1446, la adquirió Cecilia de Urgel y de Cabrera, quien sería propietaria -y residente- hasta su muerte en 1458. Con ella terminará el ciclo iniciado por Martín el Humano en Bellesguard. Un ciclo en el que, al principio, ella había sido una de las candidatas a coronarse reina de Aragón…
Cecilia de Urgel (c.1380-1460)
Propietaria y residente: 1446-1458
La última mujer que residió y fue propietaria del antiguo palacio de Bellesguard es la persona que menos podía imaginarse en tiempos del rey Martín el Humano y las luchas por sucederle en el trono durante el Compromiso de Caspe, celebrado en 1412.
Recordemos el contexto histórico. A finales de 1406, una enfermedad mortal se llevó a María de Luna, la primera esposa del rey Martín. En 1409, tres años más tarde, el rey buscará refugio en el palacio de Bellesguard. Entonces, solo uno de sus hijos seguía vivo, pero no tardará en reunirse con su madre. Para proveer al reino de un nuevo heredero, el rey Martín debió buscar una nueva esposa. Las candidatas fueron Celilia de Urgel y Margarita de Prades, de quien hablamos en nuestro anterior artículo (enlace) No sin polémica, el rey escogió a Margarita de Prades ese mismo año. La boda entre Martín y Margarita tuvo lugar en el palacio de Bellesguard, poco después del funeral del joven heredero.
Sin embargo, el matrimonio no trajo el esperado hijo y, en 1410, falleció también el rey Martín sin descendencia directa. Como hemos dicho, uno de los contendientes con más posibilidades de sentarse en el trono fue Jaime de Urgel, el hermano de Cecilia y el pretendiente defendido por Antonio de Luna, marido de Elionor de Cervelló.
Al final, durante el mencionado Compromiso de Caspe, ganó Fernando de Antequera, un candidato no apoyado por ninguna de las mujeres de Bellesguard. Sin embargo, Violante y Elionor acataron prudentemente su victoria. En cambio, los Urgel, se levantaron en armas para disputarle corona. En 1414, su revuelta fue sofocada y el hermano de Cecilia llevado a una carcel donde moriría en 1433. Por esta razón, la memoria popular le recuerda como “El Desdichado”. Pesadoso destino que sufrió toda su familia y partidarios (8) Es, pues, contra todo pronóstico, que en 1446 Cecilia logró no sólo sobrevivir a la represión de su familia sino, ironías de la vida, comprar y morir en el palacio donde había sido candidata a casarse con el fundador de Bellesguard…
Más información: Las Voces de Bellesguard Cecilia
Notas
(1) Vall i Comaposada, Josep M. (2014), Bellesguard. De la residencia de Martín el Humano a la torre de Gaudí, Duxelem, Barcelona, p. 78.
(2) Galindo López, Esteban (2020) “Análisis del paisaje histórico en la zona norte del llano de Barcelona, siglos XV al XVIII: Bellesguard”, Tesis Doctoral, Universidad de Barcelona, pp. 157-158.
(3) Vendrell Gallostra, Francisca (1992), “Violante de Bar y el compromiso de Caspe”, Real Academia de Buenas Letras, Barcelona, p. 31-32. Ver en línea: aquí.
La estancia de la reina Violante en el monasterio de Pedralbes no era fortuita. Francisca Vendrell nos explica la razón: “Instalada en el monasterio, le resultaba más fácil el camino para frecuentar sus visitas a la torre de Bellesguard, residencia continua del rey y su nueva esposa Margarita de Prades” (Ibid, p.31).
(4) Vall i Comaposada, Op. cit.
(5) Vendrell Gallostra, Op. cit., p. 46-48, 103-104. La autora incluye cartas firmadas por la propia reina Violante.
(6) Galindo López, Esteban. Op cit.
(7) Antes de Elionor de Cervelló, Bellesguard fue propiedad de dos nobles que no residieron en el palacio, sino que se limitaron a hacer negoció con la finca. Para ser exactos, la transición fue de Francesc de Vilanova (1422-1424) a Francesc Darinyó (1424) i de este último a Elionor de Cervelló (1424-41). Para más detalles, ver: Galindo López, Esteban. Op. cit.
(8) Vall i Comaposada, Op. cit.,
(9) Costafreda, Virgínia (2021). “Reivindicación de Margarita de Montferrat: Una condesa de Urgell condenada por la historia”. Nokaria. Revista del Museu de la Noguera, vol. 1, no. 1, pp. 43-65.