Las puertas de Bellesguard

Por: Ferran Garcés

La palabra enero, el mes con el que empezamos el año nuevo, proviene del latín ianuarius, que hace referencia a Jano, el dios de los inicios y las transiciones. Los romanos lo representaban con dos caras, una para ver el pasado y otra el futuro. Un rostro bifronte que colgaban en las puertas, puentes y cruces de caminos. Recordando esta antigua costumbre, hoy hablaremos de las puertas de Bellesguard, que, como el año que termina, continuarán abiertas en el año que comienza.

La puerta de la calle

De martes a domingo, esta puerta permanece abierta para dar la bienvenida a los visitantes (para más detalles sobre los horarios de apertura, sigue este enlace: información práctica). Como otras obras similiares de Gaudí, esta puerta demuestra el dominio del arquitecto del hierro forjado. El aspecto de lanzas de las barras nos prepara ya para la siguiente puerta…

La entrada del castillo

Bellesguard fue construida en un terreno donde, cinco siglos antes de Gaudí, se alzaba el palacio de Martín I el Humano, el último rey de la Casa de Barcelona. Por esta razón, el estilo principal de la casa es el neogótico. Además, Gaudí restauró las pocas ruinas que sobrevivieron. La base de una de las torres junto a la entrada es, probablemente, el vestigio de la antigua barbacana, una estructura defensiva que en los castillos medievales se situaba sobre una puerta o puente.

La puerta de la casa

En la fachada principal encontramos otra puerta de hierro forjado cargada de simbolismo. En primer lugar, a sus lados, vemos una alusión a la expansión por el Mediterráneo durante la época de la Casa de Barcelona, mediante una imagen de dos peces, representación del mar, coronados con las cuatro barras de la corona en el lomo. A continuación, en el tímpano, descubrimos un homenaje a la Inmaculada Concepción y, en la vidriera sobre la puerta, una estrella de ocho puntas, uno de los símbolos de la Virgen María y de la luz seguida por los Reyes Magos hasta el nacimiento.

La puerta de la azotea

La visita a la casa, tras superar el nivel de la estrella de ocho puntas, sigue el eje de una escalera estrecha, similar a la de los castillos medievales. Espiral que culmina en la azotea, diseñada como un camino de ronda, flanqueado por almenas y dos elementos legendarios: el rostro del dragón y la lanza de San Jorge. El primero está recreado en un lateral del desván, y la segunda, en el pináculo que corona la casa-castillo.

Feliz entrada de año nuevo

La palabra enero, como decíamos al inicio, proviene del latín ianuarius, que hace referencia a Jano, el dios de las puertas y los cruces de caminos. Este 2025, la Torre Bellesguard vuelve a abrir sus puertas, llenas de leyendas e historia. Te invitamos a cruzarlas y descubrir toda la magia que esconden detrás de ellas.

¡Feliz entrada de año! ¡Te esperamos!