octubre 3, 2025

Por: Ferran Garcés

Gaudí paseando con Lluis Millet, 1920. Centro de Documentación del Orfeón. Font: blog Museo Nacional de Arte de Cataluña.

En una foto de 1920, con la Sagrada Familia de fondo, vemos a dos amigos paseando. Uno de ellos es el compositor de música Lluís Millet, sonríendo al fotografo, y el otro, Antoni Gaudí, ocultando su rostro con el sombrero. En realidad, aquel día se tomaron dos instantáneas. En la segunda, se puede ver el rostro del arquitecto, con el sombrero puesto pero de perfil (1) En cualquier caso, ambos gestos dicen mucho de la personalidad de Gaudí, un genio reservado, nada amigo de los retratos. Por esta razón se conocen tan pocas imágenes de él. Ahora bien, pocas no quiere decir ninguna. Hoy hemos seleccionado algunas para descubrir al genio bajo el sombrero, o de perfil…

1878: Ya soy arquitecto

El 15 de marzo de 1878, Gaudí terminó sus estudios. Tenía veintiséis años. Necesitaba una fotografía. Era la primera que se hacía. El autor, Pablo Audouard, era un reputado retratista de la época. Al conseguir el título, Gaudí, con su habitual sentido del humor, comentó a su amigo el escultor Llorenç Matamala: “Llorenç, dicen que ya soy arquitecto”. Cuarenta y ocho años más tarde, el hijo de este mismo amigo, también escultor, sería el encargado de obtener su mascara mortuoria, pero, para esto, todavía faltaba mucho. Delante de aquel joven licenciado se abría una prometedora carrera…

Retrato de Antoni Gaudí I Cornet. 15 de marzo de 1878. Autor: Pablo Audouard,
Fuente: Wikipedia.

1883: Gaudí, de excursión

Dos años antes de acabar la carrera, es decir, en 1876, Gaudí ya era socio de la Asociación Catalana de Excursiones Científicas, convirtiéndose en uno de los miembros más jóvenes de la institución. Otro destacado socio, el poeta Jacint Verdaguer, por ejemplo, era siete años mayor.

De todas las excursiones en las cuales participaron, destaca una que tuvo lugar el 17 de junio de 1883. Aquel día, Gaudí y Verdaguer coincidieron en Elna, una ciudad de Francia, en la región de Occitania. El proposito de la misma era hermanar a los escritores catalanes con los occitanos, rememorando así sus raíces comunes durante la Edad Media. Los acompañaban grandes personalidades del momento, como el pintor Alexandre de Riquer y los escritores Víctor Balaguer, Ángel Guimerà y Narcís Oller. La excursión se complementó con un espectacular recibimiento, un suntuoso banquete y diferentes sesiones literarias. En una de ellas, Verdaguer leyó un fragmento de su influyente poema Canigó, al cobijo del inspirador claustro de la catedral de Elna. De aquella memorable ocasión ha sobrevivido un documento gráfico. Es fácil descubrir a Gaudí, es el único que no mira a la cámara. En efecto, el prometedor arquitecto aparece de perfil, mirando a Verdaguer, en el centro de la imagen (2) Pocos meses después de esta fotografía, el noviembre de 1883, Gaudí se incorporará al proyecto que le ocupará el resto de su vida: la Sagrada Familia.

El grupo de intelectuales a Elna, en junio de 1883. © La Ilustración catalana, n.º 552, enero 1914

1888: Gaudí calvo…
Cuando -y porque- decidió Gaudí cortarse el pelo? No lo sabemos, pero así lo vemos en la foto oficial del carnet para acceder a la Exposición Universal de 1888. Una vez más, disponemos de una imagen gracias a un trámite oficial, y no por la voluntad del retratado. En este momento, Gaudí empezaba a ser un arquitecto conocido, con importantes obras en su portafolio. Entre otras, la Cooperativa mataronesa, la casa Vicens, El Capricho, el Palacio Güell, el Palacio Episcopal de Astorga, y, por supuesto, la Sagrada Familia, proyecto que, como ya hemos dicho, había asumido el 1883.

En Astorga, Gaudí mantendrá largas conversaciones con el obispo Juan Grau, también nacido en Reus y amigo suyo desde varios años antes. El año 1888, el año de la foto de Gaudí calvo, Joan Grau compró los terrenos de Bellesguard, que entonces sólo ocupaban las ruinas del antiguo palacio del rey Martí. Desgraciadamente, poco después, el obispo murió de manera repentina y la construcción de Torre Bellesguard todavía tendrá que esperar más de una década.

Pase de Antoni Gaudí para la Exposición Universal de 1888. Font: Reus Digital.

1892/93: Un retratista “payaso” entra en escena…
El año 1892, un joven de doce años, nacido a Tarragona, igual que muchos de los colaboradores de Gaudí, entró de aprendiz a la Sagrada Familia. Como demostraba escasa disciplina en los estudios, su padre, para corregirlo, se acercó al maestro para que hiciera de su hijo una persona con oficio.

Durante un tiempo, aquel joven llegó a ser un buen delineante, pero, de carácter rebelde, no tardó en volar del nido y, una vez independiente, se convirtió en un ilustrador y caricaturista muy popular. Fue, entre otras cosas, uno de los primeros colaboradores habituales del TBO, la famosa revista fundada en 1917. Aquel aprendiz se llamaba Ricard Opisso, y, a pesar de frecuentar los ambientes bohemios y libertinos de la ciudad, que tan poco le gustaban a Gaudí, los dos se profesaron un gran afecto (3). La mejor prueba de esta curiosa relación es el conjunto de instantáneas de la vida personal de Gaudí realizadas por Opisso (4) Por ejemplo, la siguiente donde vemos al padre y la sobrina de Gaudí en compañía del Dr. Torras y Bages, obispo de enorme influencia social en su tiempo y otro gran amigo de Gaudí.

Rosa Egea, la sobrina de Gaudí con Francisco Gaudí, su padre, y el Dr. Torras y Bages. Dibujo de Ricard Opisso, 1893. Fuente: Gaudí club.

 

Gaudí junto al conde Güell. Autor: Ricard Opisso. Fuente: web Gaudi club

1894: Gaudí a punto de morir…

De joven, Gaudí era un joven elegante y, según algunos autores, incluso un poco anticlerical. Por razones que todavía son motivo de debate, todo esto cambiará hacia la mitad de su vida. Entonces, de manera gradual, irà adoptando ideas y habitos cada vez más religiosos (ver: de dandy a místico)

Durante la Cuaresma del 1894, esta conversión lo llevó a hacer un ayuno tan extremo que estuvo a punto de morir de inanición. El mismo Torras y Bages le exhortó que dejara su rigurosa actitud porque el designio de Dios para él era otro: dedicarse en cuerpo y alma en el Temple de la Sagrada Familia. Gracias a Opisso, el aprendiz díscolo, disponemos de una imagen de este capítulo tan trascendental en la vida del arquitecto, aunque, como era habitual en el dibujante, lo retrató con un aire comico.

“Gaudí. Una rigurosa abstinencia cuaresmal”, 1894. Dibujo de Ricard Opisso, Font: Astorga Redacción.

1900: Atrapado in fraganti

Como vemos, donde no llegaban las cámaras de los fotógrafos, lo hacía el lápiz de Opisso. El 1900, el año que Gaudí fue contratado para construir Torre Bellesguard, el futuro caricaturista, sorprendió a su mentor, y le hizo un rápido retrato, que tituló “Gaudí trabajando en el obrador de la Sagrada Familia”. Una imagen que nadie más obtuvo. Repetirá la instantánea dos veces más, y, en una de ellas, el mismo Opisso se retratará junto a Gaudí en forma de bufón (4).

“Gaudí trabajando en el obrador de la Sagrada Familia”, 1900. Dibujo Ricard Opisso. Font: fundacion Antonio Gaudí

1902. El milagro de dos retratos pintados

Al inicio de las obras de Torre Bellesguard, otro amigo de Gaudí obró un milagro mayor que el de Opisso. Y el milagro son los únicos retratos pictóricos del arquitecto en vida.

El autor de tal portento fue Joan Llimona, hermano del escultor Josep Llimona, uno de los principales colaboradores de Gaudí en la Sagrada Familia. Como el arquitecto, la obra de este pintor estuvo influida por una fuerte religiosidad. Los dos eran miembros del Círculo de San Lucas, una asociación tutelada por el obispo Torras y Bagués y de la que formaban parte los Figueras, la familia que había contratado a Gaudí para construir Torre Bellesguard. En estos cuadros, Joan Llimona muestra a San Felip Neri con el rostro de Gaudí (ver: “Gaudí ya apareció “ como un santo estante vivo”)

1904: Gaudí, con puro.

Cada verano, los Gaudí subían al monasterio de Montserrat para visitar a otro amigo común, el doctor Santaló. Además, el arquitecto sentía una profunda veneración por la Moreneta, una virgen muy presente en Bellesguard (ver: devoción e historia) La foto que mostramos ahora, una de las más conocidas de Gaudí, se obtuvo durante una de aquellas excursiones estivales. En la imagen vemos a Gaudí (al fondo, fumando un puro y con sombrero), a su padre (centro), su sobrina Rosa, y al doctor Santaló, sin sombrero. En esta època, la casa principal de Torre Bellesguard ya se había construido.

Antonio Gaudí (con puro y sombrero), con su padre (en el centro), su sobrina Rosa, y el doctor Santaló, durante una visita a Montserrat, 1904. Fuente: Wikipedia.

En resumen, las pocas imágenes conocidas de Gaudí son el resultado de su condición de arquitecto, como las del trámite legal de la graduación, en 1878,  y la Exposición Universal, diez años después. Entre las excepciones, cabe destacar la fotografía de la excursión al monasterio de Elna y esta otra de Montserrat. Ambas muestran al maestro en una actitud poco habitual, és decir, “de ocio”. Menos previsible es el conjunto de instantáneas “robadas” por dos amigos suyos, Opisso y Llimona.  Por fortuna, hay más. Las descubriremos el el próximo viernes, cuando continuaremos nuestra ruta por los retratos del genio bajo el sombrero, o de perfil…

Notas
(1)  Es la imagen elegida por la portada de uno de los últimos libros sobre el arquitecto: Lahuerta, Juan José (2021), Gaudí, Museo Nacional de Arte de Cataluña, Barcelona, p. 290

(2)  Valls, Esteve (19/09/2025), “1883: el genial Gaudí a Elna”, web La Semaine du Roussillon. Por cierto, el año 2013, se celebró otra reunión literaria en Elna, coincidiéndo con la conmemoración del 140 aniversario de l’excursión de Gaudí y Verdaguer: Redacción (18/05/2023), “Trobada d’escriptors a Elna“, web Assosiació d’Escriptors en Llengua Catalana.
(3)  Fondevila, M. (31/12/2021), “Ricard Opisso: recuerdos y anécdotas agridulces de Gaudí”, Museo Nacional de Cataluña.
(4)  Redacción: “Salto a la luz uno retrato inédito de Gaudí”, Fundación Antonio Gaudí