Tal día como hoy: Festividad de San Martín

Por: Ferran Garcés

El nombre de Martín es uno de los más importantes en la historia de Bellesguard. Es el  nombre del rey que construyó el palacio en el cual, cinco siglos más tarde, Antonio Gaudí  se inspirará para edificar la actual torre. Un nombre extraño para un rey… 

No lo lleva ningún monarca de Francia, Portugal, Inglaterra, Bélgica o Hungría. No lo  vemos tampoco en ningún zar de Rusia o emperador de Austria. En realidad, los únicos  gobernantes que lo han elegido son Papas de la Iglesia de Roma, aunque muy pocos.  Solo tres (1). En consecuencia, el rey Martín I es el primer y el único monarca en llevar  el nombre de la Festividad que celebramos el 11 de noviembre, con la excepción de su  hijo, Martín I el Joven, que fue rey de Sicilia. 

Aun así, la elección de Martín parece de lo más apropiada por el monarca de Bellesguard… 

En primer lugar, porque su verdadera vocación era más propia de un papa que de un  monarca. En su época, de hecho, le pusieron el sobrenombre del “Eclesiástico”, porque  Martín I fue un gran coleccionista de reliquias y libros religiosos, además de restaurador  de iglesias y monasterios. Entre sus mejores amigos, destacan dos importantes figuras  religiosas que lo visitaron a Bellesguard: un papa, Benedicte XIII, más conocido como  “Papa Luna”, y un santo, San Vicenç Ferrer

En segundo lugar, porque, a pesar de que el nombre de Martín está relacionado con  Marte, el dios de la guerra romano, la festividad de San Martín alude a diferentes  tradiciones solidarias, y Martín I, también denominado “el Humano”, fue una persona de  carácter clemente y apacible. En Asturias, la festividad de San Martín de Tours, incluso  recibe el nombre de Fiesta de los Humanitarios. ¿Cuándo empieza esta tradición?… 

Se remonta en el siglo IV a.C. La leyenda habla de un legionario romano nacido al actual  Hungría que no tardaría a convertirse al cristianismo. Fue una noche en la cual hacía  muy frío. En la salida de una ciudad, el soldado vio a un vagabundo medio desnudo y  temblando. Sin dudarlo, compartió con él la mitad de su capa, después de cortarla en  dos trozos con la espada. El día siguiente, o aquella misma noche, Martín recibió la  visita de Cristo y se consagró en la vida eclesiástica. En el año 372 incluso fue escogido  obispo de Tours, ciudad francesa, donde fue enterrado un 11 de noviembre, origen de  su festividad. 

Conocido por esta y otras buenas obras, el culto a San Martín fue uno de los más  populares durante la edad mediana. Prueba de esto es que la palabra capilla procede  del lugar donde se custodiaba la reliquia de su capa (una “cappella” o capa corta). 

Por otro lado, como la festividad se sitúa en medio de las lluvias del otoño y los primeros  fríos del invierno, el día de San Martín era el elegido para hacer la matanza del cerdo.  De aquí viene la famosa expresión: “a cada cerdo le llega su San Martín”. Un tramo del  calendario que, como es muy sabido, acostumbra a hacer días más benignos.  Fenómeno que, entonces, se explicaba cómo un milagro. Era la recompensa de Dios a  la generosidad del santo y origen otras dos conocidas dichas: ”el Arco de San Martín” y  el ”Estiuet de San Martín” (2).

En Cataluña, el culto de este antiguo legionario romano arraigó tanto que dicen que es  el santo con más capillas y parroquias. Unos treinta municipios lo tienen como patrón,  son muchos los lugares llamados “San Martín de…” y no menos importante, Barcelona  fue la sede de Bellesguard, ¡el último castillo del único monarca llamado Martín! 

 

Bibliografía 

1. El papa Martín I vivió en el siglo VII y fue el último pontífice en ser reconocido como mártir. Sólo dos papas más completan el listado: Martín IV y Martín V, la numeración de los cuales se presta a confusión. Entre estos tres papas hubo dos que, durante un tiempo, se creyó que su nombre había sido Martín II y Martín III, pero dicha creencia era falsa. Su verdadero nombre fue Marín I y Marín II.  

2. Hay diferentes versiones que explican la tradicional bonanza de la festividad de San  Martín. Aquí podéis consultar dos de ellas, propias del folclore catalán: “Origen del  estiuet de San Martín”, en la web de Rodamots.cat.