- On febrero 21, 2025
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El vecino del chalet con una puerta para los pájaros y un cine…
Por Ferran Garcés
Hoy en día, Torre Bellesguard está rodeada de calles y casas. Sin embargo, en la época de su construcción, entre 1900 y 1909, era una casa en medio del campo, visible desde lejos. Uno de sus primeros vecinos pudo haber sido un amigo de Gaudí con quien colaboró en tres proyectos. Dos de ellos habrían estado muy cerca de Torre Bellesguard. Lamentablemente, ninguno de ellos se conserva.
Este amigo fue Lluís Graner i Arrufí (1863-1929) En su tiempo, fue un pintor exitoso que, gracias al dinero obtenido con la pintura, se aventuró en el mundo de la farandula. Por otro lado, estuvo estrechamente vinculado a los barrios de Sarrià y Sant Gervasi, ya que su familia se trasladó a una de sus calles cuando él tenía unos 10 o 11 años. Su primer encargo a Gaudí fue, precisamente, una casa de veraneo en esta zona.
La puerta para los pájaros
En 1904, Gaudí ya había construido la casa Figueras, el nombre que entonces recibía Torre Bellesguard (el resto del proyecto lo terminaría entre 1908 y 1909). Este mismo año, comenzó la casa Batlló, una de sus obras más populares, y otra mucho menos conocida: el llamado chalet Graner, en alusión al amigo pintor de Gaudí.
El chalet estaba ubicado frente a las Escuelas Pías, en la calle Santa Eulalia, nº 40 (hoy llamada calle de la Inmaculada, nº 44-46), a solo cinco minutos caminando de Torre Bellesguard. La siguiente foto nos da una idea aproximada de cómo habría sido este paseo en aquella época:
Por problemas económicos, solo pudieron construirse los cimientos del chalet y la puerta de entrada a la finca. En ella, el arquitecto, amante de la naturaleza, diseñó tres accesos: uno para peatones, otro para carruajes y, en la parte superior, una pequeña entrada para los pájaros.
La puerta permaneció en pie poco tiempo. La única foto conocida se tomó en 1927 y es la que hemos mostrado en la cabecera del artículo. Poco después fue destruida. Ahora bien, la original puerta fue replicada en Comillas, Cantabria, donde aún se conserva con el nombre de “Puerta de Moro”, en honor a su propietario, Paulino Moro y Quijano, pariente del dueño de “El Capricho,” el conocido edificio de Gaudí también situado en Comillas. Los encargados de la réplica fueron Julián Bardier Pardo, un albañil que había trabajado para Gaudí, y su tío, José Pardo Casanovas, el contratista de “El Capricho”
El “cine” de Gaudí
Paradojas de la vida, en 1904 Lluís Graner también encargó a Gaudí el proyecto que lo llevaría a la ruina: una sala de espectáculos en la Rambla dels Estudis, nº 4 (hoy nº 122). En honor a la patrona de Barcelona, el local se llamó Sala Mercè, y probablemente sea la obra más curiosa del arquitecto.
El sótano albergaba una “gruta fantástica”, con varias atracciones, como dioramas que, con esculturas a tamaño natural, representaban la Huida a Egipto, el Nacimiento de Nuestro Señor y la Anunciación. En la planta principal estaba el “cine”, aunque este término quizá no sea el más preciso, porque, además de películas y documentales, la cartelera incluía también “visiones musicales”, que combinaban poesía, música, pintura y efectos de luz.
A pesar de la expectación inicial, la Sala Mercè resultó un negocio poco rentable, lo que llevó a la ruina a su promotor, Lluís Graner. En 1913, este innovador local cerró sus puertas y fue reemplazado por el Cine Atlàntic, que funcionó hasta 1987. Posteriormente, el edificio fue demolido para construir el Hotel Citadines, que aún sigue en funcionamiento.
El puente cerca de Bellesguard
Hemos hablado de tres proyectos. Dos de ellos se encargaron en 1904. El tercero llegó dos años después. Se trata de un proyecto colectivo, ya que Lluís Graner fue sólo uno de los varios vecinos que se lo pidieron a Gaudi. Todos ellos vivían alrededor de la calle donde Graner confiaba tener su xalet, es decir la antigua calle Santa Eulalia (hoy se llama Inmaculada) Se trata del puente de Pomaret. Hablamos de él en el artículo del viernes pasado, así que no entraremos en detalles. Solo recordaremos que, de haberse construido, este puente habría estado, como el chalet Graner, muy cerca de Torre Bellesguard, donde aún sobrevive un viaducto muy similar.
Todas estas obras –y otras que no hemos mencionado– se construyeron casi al mismo tiempo, en lo que se considera la mejor época de Gaudí. Aunque algunas se hayan perdido, son una clara muestra de su talento, capaz de construir cualquier cosa. En cuanto al otro protagonista de nuestra historia, Lluís Graner, ¿cómo terminó su vida? El efímero propietario de la puerta para los pájaros, acosado por sus deudas, huyó a Estados Unidos en 1910. Allí logró rehacerse económicamente pintando retratos. Regresó a Barcelona dieciocho años después, con graves problemas de salud. Cerrando el círculo, Graner falleció en 1929, siendo enterrado en el cementerio de Sant Gervasi, junto a Torre Bellesguard y la calle donde, junto con su amigo Gaudí, soñó con una casa con una puerta para los pájaros y un puente prodigioso. Un puente, que, como dice Antoni Tobella, cronista de la zona, “debía unir los barrios de Sarrià y Sant Gervasi, donde él estuvo tan vinculado desde su infancia.”
Notas
(1) Tobella, Antoni (30/06/2019), “Lluís Graner y Antoni Gaudí en Sarrià y Sant Gervasi”, web Diari El Jardí.
Más información, con bibliografía: Anónimo, “Lluís Graner i Arrufí”, web Publicaciones Instituto del Teatro, Diputación de Barcelona.
(2) Bassegoda i Nonell, Joan (1989), El Gran Gaudí, Sabadell, Ausa, p. 471.
(3) Van Hensbergen, Gijs van (2002), Antoni Gaudí, Debolsillo, Barcelona, p. 165-166.
Más información: Minguet Batllori, Joan M. “La «Sala Mercè», el primer cinematógrafo de la burguesía barcelonesa. (Con unas precisiones sobre la primera etapa de Segundo de Chomón en Barcelona)”, web Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes.
(4) Tobella, Antoni, Op. cit.