¿Sabías qué?: La Inmaculada en Bellesguard

Por: Ferran Garcés

Hoy publicamos el primer artículo de una serie de tres que hemos denominado “El Tríptico de la fachada de Bellesguard“. Una fachada que esconde diferentes símbolos y referencias religiosas. Poco a poco las iremos descubriendo, como si fueran las ventanas de un calendario de Adviento. Esperamos que os gusten. ¡Empezamos!

Cada 8 de diciembre se celebra la fiesta de la Inmaculada Concepción de la Virgen María, una fiesta muy arraigada en Cataluña desde hace siglos.

Gaudí fue un gran seguidor de esta conmemoración. En muchos de sus edificios podemos encontrar símbolos dedicados en ella (1).

En la Torre Bellesguard, la devoción de Gaudí por la Inmaculada se manifiesta de dos maneras. Primero, a través de un saludo, y después, con un símbolo, la estrella de ocho puntas.

El saludo –Ave María Purísima, sin pecado fue concebida- lo encontramos también en el vestíbulo de la Casa Calvet, construida poco antes. Ambos saludos se ubican en la entrada de la vivienda. A pesar de esta similitud, cada una es diferente, puesto que la de Bellesguard está hecha con hierro forjado y la de la Casa Calvet, con pintura.

Por cierto, la palabra Ave, en el saludo de Bellesguard, está escrita dentro de los lóbulos de la letra M de María. Lo cual pueden observar en la foto que se encuentra a continuación.


–Ave Maria Purísima, sin pecado fue concebida- es el saludo ubicado en el recibidor de Torre Bellesguard. Imagen: Carles Salilla.

La segunda referencia, la octagrama o estrella de ocho puntas, es un símbolo milenario con multitud de significados en todo el mundo. En el ámbito católico, hace referencia a la Virgen María. En la foto de la cabecera, un cuadro del pintor Zurbarán, podemos apreciar las pequeñas estrellas de ocho puntas que rodean la cabeza de la Inmaculada.

En Bellesguard lo encontramos en la vidriera de la fachada de la entrada a la torre.

En relación con este símbolo, Galdric Santana, director del Grupo de Investigación de Bellesguard, observa que Gaudí logra una simbología de gran riqueza (2), representa la estrella de la mañana (Stella matutina) y la estrella del mar (Stella Maris), así como la rosa mística, tres de los atributos de la Virgen María, fieles a las letanías lauretanas, una serie de alabanzas y súplicas dedicadas a la Virgen, muy populares desde el siglo XV. Por otro lado, la cristalera estaría también ligada a otra rosa, al escudo de Reus (3), la ciudad de los dos constructores de Bellesguard: Antonio Gaudí y Domènech Sugrañes.

Estas referencias no son solo “místicas” sino también históricas. La devoción –y el culto- a la Inmaculada ya era presente en el tiempo del castillo medieval de Bellesguard (4), pero no se vuelve oficial hasta el 8 de diciembre de 1854. Aquel día, el Papa Pío IX reconoció formalmente el dogma de la Inmaculada Concepción a través de la bula Ineffabilis Manantiales.

El 1893, moría Joan Grau Vallespinós –el obispo de Astorga y gran amigo del maestro-, mientras se construía el Palacio Episcopal de esta ciudad leonesa. En aquel momento, Bellesguard era propiedad del obispo y, antes de fallecer, hizo testamento y cedió las escrituras del terreno a Gaudí. El cuerpo del obispo, casualmente, fue enterrado a los pies de la Inmaculada Concepción de la Catedral, en un sepulcro diseñado por el mismo arquitecto. El 1899, el obispo Torras y Bages, también grande amigo de Gaudí, fundó la Liga Espiritual de la Virgen María de Montserrat (uno de los bancos de la entrada a la casa, muestra la montaña de Montserrat en recuerdo de este hecho). Entre sus miembros inaugurales estaban el mismo Gaudí y Jaume Figueras, quién le encargó la construcción de la Torre Bellesguard en 1900. El propósito de la Liga era enriquecer la vida cristiana de los asociados y fomentar la reconstrucción espiritual y temporal de Cataluña. Para Gaudí, la devoción por la Inmaculada Concepción se mezcla con la veneración por la Virgen de Montserrat.

La devoción hacia la Virgen María en la época de Gaudí era fácilmente visible en la mayoría de poblaciones de Cataluña y España. En el pasado, en la puerta de varias casas, a modo de bienvenida, se acostumbraba a leer las palabras “Ave María Purísima sin pecado concebida”, o una frase similar, en catalán o castellano. Era, por otro lado, una frase de uso habitual al entrar en una casa o cruzarse con alguien (5).

Por todo ello, no resulta extraño que a la puerta principal de Bellesguard podamos leer un saludo a la Inmaculada. Lo que sí que acontece diferencial es un pequeño elemento a los dos lados de la letra M de María: un par de estrellas de ocho puntas, coincidencia simbólica que refuerza la vinculación del vitral del vestíbulo con la Virgen María, como hemos explicado anteriormente.

Os invitamos a venir a visitarnos y a descubrir los otros octagramas que se esconden a Bellesguard.

Notas

(1) Lo más reciente es la estrella de la torre de la Virgen María a la Sagrada Familia, aunque este es de doce puntas. En la Pedrera, el arquitecto de Reus incluso quería coronar la fachada con una escultura de la Virgen María con Jesús y flanqueada por los arcángeles San Miquel y San Gabriel. Una idea que nunca se llevó a cabo, pero que ilustra perfectamente la veneración mariana de Gaudí.

Más información: “La Virgen María, la otra protagonista de la Sagrada Familia”, blog de la Sagrada Familia (5/12/2018): enlace.

“Una historia escondida a la fachada de La Pedrera”, blog de la Pedrera (29/05/2020): enlace.

(2) Santana Roma, Galdric. “A propósito de Bellesguard”. Permanyer, Ll., (editor) Sagnier y los modernistas, Barcelona, 2021, p. 128-131.

(3) Op. cit., p. 133, nota 8. “Esta rosa se corresponde con la rosa del escudo de Reus, que históricamente era de 8 pétalos, con una geometría muy parecida a la del vitral, en las versiones del siglo XVII.” (…) y añade Galdric: “Hay que tener presente también que se ha considerado que el escudo de Reus, logra la heráldica de las claves de Sant Pere sobre la Rosa, en relación con el Papa Luna, que el rey Martín invitó a instalarse a Bellesguard, el 1409, y que fue señor de Reus.”

(4) Los reyes del Casal de Barcelona fueron grandes defensores del dogma y la celebración de la Inmaculada, siguiendo las teorías del teólogo mallorquín Ramón Llull. En especial, los últimos. Juan I el Cazador y su esposa, Violando de Bar, así como su hermano, Martín I el Humano, el rey –recordamos- que construyó Bellesguard. Esta devoción se mantuvo en el tiempo de los siguientes linajes de la Corona de Aragón y de España, aconteciendo incluso una cuestión de estado en el siglo XVII. En consecuencia, es rara la iglesia sin una imagen o cuadro de la Purísima, correspondientes a diferentes estilos y épocas.

Más información:

Peña Martínez, José Antonio: Martín I el humano, un rey sin heredero. El último monarca catalán enterrado en Poblet, Abadía de Poblet, Barcelona, 2010, p. 123

Peinado Guzmán, José Antonio, “La monarquía española y el dogma de  Inmaculada Concepción: fervor, diplomacia y gestionas a favor de su proclamación en la edad moderna”, en Chornica Nueva, n.º 40 (2014), p. 250. Enlace.

(5) Ejemplos d “Ave María Purísima” en la paremiología catalana: enlace.