- On marzo 13, 2025
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Las mujeres de Bellesguard: dos reinas, un palacio…
Por Ferran Garcés
El final del Casal de Barcelona suele situarse en 1410, con la muerte del rey Martín I el Humano, sin ningún descendiente directo. Esta afirmación es cierta si nos fijamos solo en los miembros masculinos del linaje. Sin embargo, después del funeral del rey, aún vivían dos miembros femeninos. Las dos reinas que habitaron Bellesguard. Hoy hablaremos de ellas y de su lucha por este palacio.
Margarita de Prades (1387-1429)
Propietaria: 1410-1422
Con el paso del tiempo, la representación de las reinas medievales ha ido cambiando, desde el paradigma de la mujer pasiva hasta una percepción más activa, llena de matices. El caso más paradigmático del cambio al que hacemos referencia es el de la mujer con la que comienza esta lista. En la historiografía de su época, la figura de Margarita se reducía a un papel secundario, como la esposa que no pudo darle un heredero a su marido. En realidad, las referencias a ella suelen ser meros cotilleos sobre los remedios sexuales utilizados para que la pareja real pudiera concebir un hijo, o el infundio, absolutamente falso, de que la reina le hubiera sido infiel ya incluso en tiempos de la boda (1).
A partir de la Renaixença, en tiempos de Gaudí, Margarita adoptó una imagen romántica, como musa de poetas (2), tanto en su época como en la de Gaudí. Entre ellos, Jacinto Verdaguer, amigo del arquitecto, le dedicó un poema en el que, aprovechando el nombre de la reina, dice que, entre todas las flores del jardín de Bellesguard, una margarita ha robado el corazón del rey.
Estudios más recientes han ampliado la personalidad de Margarita. Hoy se la considera “una reina que, desde su posición de vulnerabilidad y asfixiada por los problemas económicos, no se rindió, sino que mostró una actitud rebelde y beligerante, sirviéndose de los escasos recursos con los que contaba para salir adelante” (3). Por otro lado, Margarita demostró que sí podía tener hijos. Lo hizo con Juan de Vilaragut, un acto que hoy se interpreta como prueba de que nunca adoptó una actitud pasiva o sumisa. (ver: un amor secreto)
Ahora, un poco de contexto cronológico. Margarita de Prades entró en el palacio de Bellesguard por la puerta grande, ya que lo hizo para casarse con el rey Martín en 1409. En consecuencia, todo hace pensar que ella debía ser la siguiente residente en el palacio de su marido.
En la práctica, sin embargo, el Casal de Barcelona estaba arruinado y, víctima de las incesantes deudas acumuladas, Margarita perdió tanto el palacio de Bellesguard como toda la herencia que le correspondía como viuda del rey Martín ( ver: la carta de la reina que perdió su palacio). En 1422, por el incumplimiento de un préstamo solicitado a su cuñada, Violante de Bar, renunció definitivamente a Bellesguard (4). Una cuñada que desde hacía tiempo ambicionaba el palacio…
Más información: las voces de Bellesguard Margarita
Violante de Bar (1364-1431)
Residente: 1410-1431
Pocas personalidades tan difíciles de resumir como la que ahora trataremos. Violante de Bar fue la segunda esposa de Juan I el Cazador, hermano de Martín I el Humano. Por un lado, la historia la describe como una reina culta y activa en las tareas de gobierno del reino. De hecho, se considera que era ella quien realmente llevaba las riendas del Estado. Emparentada con la casa real de Francia (dinastía Valois), recibió una educación refinada, coincidiendo con los mejores artistas y literatos de la corte de París. Una vez en Barcelona, convirtió la ciudad condal en otro centro cultural que impulsó la literatura y la lengua catalana. Los Juegos Florales, “columna vertebral” de la Renaixença catalana, se instauraron en Cataluña gracias a ella (5).
Por otro lado, Violant de Bar ha sido descrita como una amante del lujo, al igual que su marido, apodado “El Amador de la Gentileza” y, al mismo tiempo, “El Descuidado”. Se considera que ambos fueron responsables del desorden administrativo y financiero de su reinado. Por si fuera poco, Violant de Bar también ha pasado a la historia como una persona ambiciosa, presente en todas las intrigas de la época, comenzando por su suegra, Sibil·la de Fortià. Su conflicto inspiró la obra de teatro Batalla de reinas de Frederic Soler, “Pitarra”, en 1887. Le siguieron otros enfrentamientos con el mismo Martín el Humano y su primera esposa, María de Luna. Josep M. Vall Comaposada, el primer biógrafo de Bellesguard, lo resume así:
“Es paradójico que Violante de Bar, quien, tras la muerte de su marido Juan I, alegó falsamente que esperaba un hijo póstumo del rey difunto para intentar arrebatarle el trono a Martín, muriera en la residencia soñada por este, mientras que él murió en una celda del monasterio de Valldonzella” (6). Breve explicación, el rey Martín abandonó Bellesguard pocos días antes de morir en este monasterio (ver: Valldonzella)
También es paradójico, o cuando menos sorprendente, que, poco después del funeral del monarca, la reina Violante lograra ocupar el palacio a pesar de que su esposa aún residía en Bellesguard. Una vez allí, además, lo utilizó para hacer diferentes gestiones políticas, hasta el punto de que se convirtió en una de las figuras claves del período que conduce hasta el Compromiso de Caspe (7) Citamos nuevamente a Josep M. Vall Comaposada: “¿Por qué se marchó (Margarita) de Bellesguard? Francesca Vendrell nos da una posible respuesta: la constante presencia de Violante de Bar. Por una serie de cartas fechadas entre octubre de 1410 y enero de 1411 sabemos que Violant estaba instalada en la torre y que enviaba misivas en favor de su nieto Luis, entonces pretendiente a la Corona” (8).
Durante el Compromiso de Caspe, la reina Violante, debido a su apoyo a este nieto, se enfrentó al pretendiente ganador, Fernando de Antequera. Aun así, la experimentada reina sobrevivió, una vez más, a sus enemigos. Al final, mientras que Martín el Humano solo vivió un año en Bellesguard (1409-1410) y Margarita de Prades no mucho más de dos años (hasta 1412), ella, en cambio, lo habitó hasta su muerte en 1431. Ahora bien, para lograrlo contó con un apoyo inesperado. Lo desvelaremos la próxima semana…
Más información: Las Voces de Bellesguard Violante
Notas
(1) Duran i Cañameras, Fèlix (1953), “Margarida de Prades (II. Las bodas)”, Boletín de la Sociedad Catalana de Estudios Históricos, pp. 43-46. Ver en línea: aquí.
(2) Fort i Cogul, Eufemià (1998, 2ª ed.), Margarida de Prades, Rafael Dalmau, Barcelona, pp. 52-58.
(3) Martin Lloris, C., Gómez-Ferrer Lozano, G. (2023), “Margarida de Prades y la disputa sobre la propiedad de las reliquias reales”, Locvs Amoenus, 21, Universidad Católica de Valencia San Vicente Mártir, p. 25.
(4) Explicación detallada de cómo Violante se instaló permanentemente en Bellesguard: Vall i Comaposada, Josep M. (2014), Bellesguard. De la residencia de Martí el Humano a la torre de Gaudí, Duxelem, Barcelona, pp. 76-77.
(5) Hughes, Robert (1992), Barcelona, Anagrama, Barcelona, pp. 390-391.
(6) Vall i Comaposada, Josep M., Op. cit., p. 77.
(7) Vendrell Gallostra, Francisca (1992), “Violante de Bar y el compromiso de Caspe”, Real Academia de Buenas Letras, Barcelona. Ver en línea: aquí. Esta historiadora detalla cómo Violante se acercó sutilmente al palacio. Antes de hacerlo, abandonó su casa en Barcelona y se instaló en el monasterio de Pedralbes, muy cercano a Bellesguard: “Instalada en el monasterio, le resultaba más fácil el camino para frecuentar sus visitas a la torre de Bellesguard, residencia continua del rey y su nueva esposa Margarita de Prades” (p.31)
(8) Vall i Compaosada, Op. cit., p. 75. La historiadora mencionada en esta cita, Francisca Vendrell, es la autora de la anterior referencia, nota 7.