Ruta del modernismo en Barcelona

El modernismo es un estilo arquitectónico que representó la transición entre dos siglos: del XIX al XX. Su denominación evoca la modernidad, el cambio y el progreso, y se caracteriza por una estética urbana que buscaba la armonía entre la belleza y la funcionalidad.

En España la máxima expresión del modernismo tuvo lugar en Cataluña, y, gracias a ello, hoy en día Barcelona supone un exponente único en cuanto a arquitectura modernista: una ciudad en la que podemos disfrutar de rutas que nos conduzcan a apreciar cada detalle del arte arquitectónico modernista.

¿En qué consiste la ruta del modernismo? Historia e identidad de Barcelona

La ruta del modernismo en Barcelona es un itinerario para visitar sus más emblemáticos edificios de estilo modernista.

El modernismo en Cataluña tuvo sus orígenes en 1871, cuando el arquitecto Elies Rogent i Amat creó la Escuela Provincial de Arquitectura, que sería la cuna de diferentes arquitectos, cuya llegada quedaría reflejada en edificios que seguían el diseño modernista.

Posteriormente, fue pionero Domènech i Montaner creando obras arquitectónicas con predominancias curvas y en las que además confluían el arte hispano con árabe.

Aunque el más célebre de todos los arquitectos modernistas, y el que primero se nos ve en la mente, fue Antoni Gaudí, la ruta modernista de Barcelona tiene, por si fuera poco, mucho más que ofrecer: arquitectos como Josep Puig i Cadafalch, Domènech y Montaner o Salvador Valeri y Pupurull, nos dejaron impresionantes edificios que, como joyas menos conocidas, vale la pena totalmente visitarlos.

15 obras modernistas de Barcelona que no deberías perderte

La ruta modernista es un viaje a través de Barcelona lleno de arte, belleza e historia que no debería perderte, no lo dude, ya que merece totalmente la pena. Por eso, en esta lista te presentamos 15 edificios modernistas, curiosos y menos conocidos, que no debes dejar de visitar si te planteas hacerla.

Casa Muley Afid

Este edificio, que se encuentra en el paseo de la Bonanova, fue diseñado por el arquitecto Josep Puig i Cadafalch. Se construyó en 1914 a solicitud del gobierno francés con el objetivo de servir como residencia al exiliado Muley Afid.

El edificio se caracteriza por sus jardines que le mantienen aislado, destaquen sus formas geométricas con los colores blanco, verde y marrón, así como las terrazas y la torre punteada.

Fue restaurado en 2002 y actualmente alberga la sede del Consulado de México.

Santa María de Valldonzella

El monasterio de Santa Maria de Valldonzella es un imponente edificio de estilo modernista neogótico. Obra del arquitecto Bernardí Martorell, esta espectacular construcción fue edificada entre 1911 y 1922.

Destacan los ladrillos, nítidos y marrones, así como los arcos y columnas repartidos en una disposición armónica. Además, desde la puerta de acceso, se puede gozar de la belleza de las vistas panorámicas con el mar de fondo.

Hoy en día, el monasterio sigue albergando a las monjas de la Orden del Cister.

Torre Bellesguard

Obra de Antoni Gaudí, la Torre Bellesguard, también conocida como Casa Figueres, está situada en un lugar histórico: en 1408 fue la residencia real del último conde de Barcelona, ​​Martí I el Humano, y también la residencia temporal de Benedicto XIII, conocido como Papa Luna.

El edificio fue construido principalmente entre 1900 y 1909 con pizarra, presentando relieves con el fin de acentuar elementos que le dieran un aspecto medieval. Sus colores verdes, beige y grises confluyen junto a un rosetón en la fachada principal, conocido con el nombre de “estrella de Venus”.

Las visitas a la Torre Bellesguard Gaudí no sólo merecen la pena por su historia, belleza y arquitectura, sino que además estamos ante un lugar estratégico, cuyas vistas panorámicas en torno a Barcelona permiten dejar unas impresiones únicas de la ciudad .

Cosmocaixa

En 1909 el arquitecto Josep Domènech i Estapà creó este edificio de modernismo, que inicialmente estuvo funcionando como residencia para personas invidentes hasta 1979. En 2004 se amplió y remodeló para dar cabida a su función actual: Museo de la Ciencia de la Fundación “La Caixa”.

Merece la pena la visita tanto por su arquitectura, con las vidrieras y los colores marrones, como por el museo que acoge, cuyas instalaciones ofrecen exposiciones (temporales y permanentes) de una gran singularidad: destaca especialmente el “Bosque inundado ”, una minuciosa e impresionante recreación del ecosistema amazónico.

Recinto Modernista de Sant Pau

Obra más destacada del arquitecto Lluís Domènech i Montaner, este edificio fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1997 y debe ser de visita obligatorio si haces la ruta del modernismo.
El Hospital de la Santa Cruz y Sant Pau empezó a ser construido en 1902 gracias al banquero barcelonés Pau Gil i Serra, en disponer su herencia para financiar la edificación, y fue inaugurado en 1930.

Destacan los jardines, puesto que fue concebido con la idea de que los enfermos no se sintieran enclaustrados, así como los colores marrones y rojos rematados con tonos amarillos en la parte superior.

Colegio de las Teresianas

Construido entre 1888 y 1890, esta obra de Antoni Gaudí fue influenciada por aspectos neogóticos, inspirándose en arquitectura medieval.

El edificio tiene forma de paralelepípedo, combinando el ladrillo con la piedra, y en 1969 fue declarado Monumento histórico-artístico de Interés Nacional.

Casa Mariano Farriols

En 1914, el arquitecto Alfred Paluzie Lucena construyó esta torre de veraneo que mezclaba elementos modernistas con otros clásicos, destacando los ornamentos vegetales de las ventanas.

A lo largo de su historia fue una residencia privada, posteriormente una escuela y actualmente alberga un restaurante, lo que le convierte en un lugar perfecto para, a lo largo de tu ruta, recuperar fuerzas a la vez que conoces a otro exponente del arquitectura modernista.

Casa de Espiritualidad Sant Felipe Neri

Esta casa de espiritualidad, propiedad de la Congregación de Religiosas Filipenses, contiene una destacable torre modernista que fue construida en el siglo XIX.

Ubicada en el barrio de las Tres Torres y dedicada a la meditación, se encuentra rodeada de jardines de imponente belleza.

Casa Comalat

Fue edificada en 1911 por el arquitecto Salvador Valeri i Pupurull gracias al mecenazgo del industrial textil Joan Comalat Aleñá.

Los expertos en arquitectura modernista han calificado a la Casa Comalat como una obra única en toda la ciudad de Barcelona. En su fachada cuenta con dos grandes balcones a los lados y una rica y llamativa decoración con colores que se ven potenciados a la luz del sol y en los que destaca el verde. Actualmente el edificio es una propiedad privada.

Els 4 Gats

Originalmente una cervecería donde se daban cita los seguidores de la vida bohemia entre finales del siglo XIX y principios del XX, el arquitecto detrás de este edificio modernista levantado en 1897 fue Josep Puig i Cadafalch.

En este local se realizaban desde exposiciones de arte y literatura hasta espectáculos de títeres o musicales. Por él pasaron celebridades como Antoni Gaudí, Lluís Millet, Enrique Granados o el propio Pablo Picasso.

En la actualidad ha vuelto a funcionar como restaurante, manteniendo la decoración de época, lo que lo convierte en una visita única y que no debes dejar pasar.

Casa dels Punxes

Esta obra modernista, ubicada en la Avenida Diagonal de Barcelona, ​​está constituida por un edificio de pisos que imita los castillos medievales.

Trabajo del arquitecto Josep Puig i Cadafalch, este edificio fue realizado en 1905 y destaca por su planta triangular y su coronación por seis torres acabadas en punta de colores rojizos, que le dan el nombre de “Casa dels Punxes”.

Sin duda, es uno de los edificios modernistas más emblemáticos de la ciudad, que no dejará a nadie indiferente.

Casa Roviralta

La Casa Roviralta fue construida entre 1903 y 1913 y es obra del arquitecto Joan Rubió i Bellver. Se trata de un edificio modernista situado en el número 31 de la avenida del Tibidabo.

La fachada es una muestra excepcional de la arquitectura modernista, en la que se enfatiza el contraste entre el color blanco y los ladrillos de colores cerámicos. Hoy en día el edificio es un restaurante.

Casa Pàdua

En 1903 se edificó, por obra del arquitecto Jeroni Granell y Manresa, esa vivienda de estilo modernista.

Aunque no tenemos datos de qué familia la habitó, sabemos que en su origen fue una residencia de alguna familia burguesa catalana, y posteriormente fue utilizada como fábrica de perfumes.

Destaca su fachada, con una excepcional belleza mediante una decoración de formas vegetales que juega con los contrastes entre colores rojos y blancos.

La Torre Andreu

La Torre Andreu, también conocida como la Rotonda, está situada en la esquina del paseo de Sant Gervasi con la avenida del Tibidabo.

Fue finalizada en 1918, como obra del arquitecto modernista Adolf Ruiz y Casamitjana y en su origen fue un hotel: el Hotel Metropolitan. Durante la década de los sesenta, pasaron por este edificio modernista celebridades como Alfredo Kraus, Rock Hudson o la Baronesa Thyssen. A partir de los setenta, el edificio se convirtió en un hospital.

El elemento más destacado de esta obra arquitectónica es, sin duda alguna, la pagoda oriental que corona la torre.

Portal Miralles

Fue construido entre 1901 y 1902 por el arquitecto Antoni Gaudí, constituyendo la entrada de acceso a la Casa Miralles.

Aunque fue un trabajo menor, nos permite observar de primera mano cómo se materializaban los elementos modernistas en la arquitectura, con los estilos ondulados característicos de Gaudí y con una cruz de hierro forjado coronándola.