¿Sabías qué? El origen de la Navidad

Por: El Equipo de Bellesguard

La narración bíblica del nacimiento de Cristo no proporciona ninguna fecha específica para su ocurrencia. De hecho, durante los dos siglos siguientes, a nadie le preocupó saberlo. El origen de la Navidad se remonta al año 313, cuando el cristianismo se convirtió en la religión oficial del Imperio Romano. Fue solo entonces, después de muchas discusiones, que se decidió que el nacimiento de Cristo sería el 25 de diciembre, siguiendo la tradición de Solis Invicti, un culto romano dedicado al sol.

Sin embargo, los diferentes elementos de la Navidad llegarían de manera muy gradual en los siglos posteriores. Por ejemplo, el primer Belén fue instalado por San Francisco de Asís en 1223, y el primer árbol de Navidad fue decorado en 1441 en Tallin (Estonia) o en 1510 en Riga (Letonia).

Para la primera cabalgata de los Reyes Magos en Barcelona tuvimos que esperar hasta 1855. La tradición de las 12 uvas debe situarse alrededor de 1909, año en que Gaudí dio por terminada la Torre Bellesguard… como vemos, la Navidad, más que una tradición, es la suma de diferentes tradiciones, con orígenes, a veces, bastante sorprendentes (1).

Aunque hoy en día la Navidad es una festividad bastante internacional, en Cataluña tiene sus propias particularidades. Es el caso, entre otras cosas, de la celebración de San Esteban (2), que se remonta a la época carolingia, y otras dos, más “modernas”, que parecen originarse en el siglo XVIII: el “tió” de Navidad (3) y el “caganer” (4).

 

San Esteban

El origen de la festividad de San Esteban se remonta a la Edad Media. La tradición que perdura hasta nuestros días reúne el día de Navidad a toda la familia alrededor de una misma mesa. Esto implicaba largos desplazamientos a pie hacia la casa familiar. En la Edad Media, donde los transportes eran precarios y las distancias largas, la gente necesitaba tiempo para regresar a casa el día después de Navidad, razón por la cual el 26 terminó convirtiéndose en festivo.

Según algunos historiadores, la necesidad de un día de desplazamiento para volver a casa hizo que el Imperio Carolingio declarara festivo el día después de cada Pascua (Navidad, Pascua Florida y Pascua Granada).

Hoy en día, en Cataluña, es tradicional que la familia se reúna para comer con la otra mitad que no pudo estar en Navidad. En Navidad es tradición el pollo relleno y en San Esteban el caldo y los canelones.

 

El “tió” de Navidad

Según algunos historiadores, la tradición del “tió” se remonta a las tradiciones precristianas, donde a partir de la veneración del tronco, se agradecía por la abundancia de las cosechas para poder pasar el invierno, gracias a la madera para quemar y calentar el hogar, y reunir a toda la familia alrededor del fuego y la luz durante los oscuros y fríos meses invernales. Según estos antiguos cultos, se ofrecían alimentos a este tronco antes de la llegada del invierno.

Actualmente, el “tió” se busca en el bosque o aparece en casa alrededor de la Purísima. Se coloca junto al árbol de Navidad y se cubre con una manta, alimentándolo hasta la víspera de Navidad. La noche de Navidad o el mismo 25 de diciembre, los más pequeños “hacen cagar el tió”, golpeándolo con un palo de madera mientras cantan villancicos. El “tió” “caga” turrones, juguetes y golosinas.

Antiguamente, después de hacerlo “cagar”, el “tió” era quemado en la chimenea y sus cenizas se distribuían por los campos, en un ritual para propiciar la fertilidad y abundancia para el año siguiente.

El “caganer”

Por último, el “caganer” se cree que también está relacionado con un rito para la abundancia y la fertilidad de la tierra, ya que es un personaje que “abona” la tierra con sus excrementos. Se cree que la tradición proviene del Barroco, un movimiento cultural y artístico que se caracterizaba por su realismo. Podemos imaginar que es muy probable que los campesinos que iban a dar la bienvenida al niño Jesús tuvieran que hacer sus necesidades por ahí, ocultos en un rincón para evitar miradas extrañas.

Actualmente, el “caganer” ha evolucionado y ya no es solo el tradicional pastor, con capa, alpargatas y boina, fumando en pipa, sino que puedes encontrar la parodia de cualquier personaje famoso, de la política, la cultura o el deporte, haciendo sus necesidades en un rincón del pesebre. Un personaje entrañable que gusta a grandes y pequeños.

En resumen, podemos afirmar que la Navidad es la suma de muchas tradiciones y cultos, no todos ellos religiosos, muy difíciles de fechar con precisión, pero que todos tienen algo en común: forman parte de una de las festividades más esperadas del año, especialmente por los más pequeños.

En Bellesguard, Antoni Gaudí rinde homenaje a la Navidad, ubicando en la fachada principal uno de los primeros símbolos del cristianismo: la Estrella que guió a los Reyes Magos hacia el lugar donde nació Jesús: la Estrella de Oriente. Una estrella que, en sus primeras imágenes, se representa como una estrella de ocho puntas, al igual que la estrella del vestíbulo de Bellesguard. (enlace)

Una estrella llena de colores y luz. Con su brillantez, os invitamos a disfrutar de Bellesguard esta Navidad, deseando que vuestro 2024 sea igual de luminoso.

 

Notas

(1) Pepe Rodríguez (2010), Mitos y tradiciones de la Navidad, Ediciones B, Barcelona

 

(2) “¿Por qué Sant Esteve solo se celebra en Cataluña?” (13/12/2022), web de Barcelona.cat. Enlace

 

(3) García, Cristina (16/12/2021), “El curioso origen del Tió i el Caga Tió per explicar als nens”, DiraiMes. Enlace

 

(4) Jones, Jessica (23/12/2022), “Caganers: la escatología y amada costumbre de la Navidad en Cataluña”, BBC Viajes. Enlace