¿Sabías qué? De místico a santo (II parte)…

Por: Ferran Garcés

Bajo el título de Gaudí, el arquitecto de Dios, el periodista Navarro Arisa publicó una de las biografías más populares del maestro (1). Es un buen ejemplo de la fama de Gaudí como persona espiritual. Una fama que incluso ha llevado a proponer su beatificación (2), por lo que a la ya tradicional pregunta de cuándo se terminará la Sagrada Familia, también debemos añadir si el Vaticano aceptará alguna vez declararlo santo.

Sin embargo, Gaudí no siempre fue bendecido por el fervor religioso. En la entrada anterior hemos visto cómo el maestro se convirtió en un místico de manera gradual (enlace). Un misticismo que no se consolida hasta finales del siglo XIX y principios del siglo XX, es decir, en la época de la adquisición de los terrenos y la construcción del edificio actual. El lector interesado puede descubrir nuestras referencias religiosas siguiendo una serie de artículos que hemos llamado “La fachada espiritual de Torre Bellesguard”:

 

Los Reyes Magos

https://bellesguardgaudi.com/ca/sabies-que-lestel-dels-reis-mags/

 

La Santísima Trinidad

https://bellesguardgaudi.com/ca/sabies-que-la-santissima-trinitat-i-una-missa/

 

La Inmaculada Concepción

https://bellesguardgaudi.com/ca/sabies-que-la-immaculada-a-bellesguard/

 

Además, según Josep M. Vall i Composada, especialista en el estudio de la Torre Bellesguard, “la planta cuadrada y las diagonales orientadas a los cuatro puntos cardinales podrían evocar la Jerusalén celestial, la planta de la ciudad de Dios según la tradición cristiana” (3), pero esto es solo uno de los muchos aspectos religiosos que podríamos comentar. La relación de Bellesguard con la “geometría sagrada” es tan compleja que ha sido tema de un libro entero: Gaudí i la quinta potència. La filosofia d’un art, de Carles Rius Santamaria (4). En esta obra, se relaciona la obra de Gaudí con el pintor alemán Peter Lenz, que se convirtió en monje benedictino, filósofos románticos como Schelling o figuras mitológicas como la diosa egipcia Isis.

 

Por otro lado, como recuerda Joan Torres Domènech, Gaudí no fue un cristiano ejemplar. Tan originales como sus ideas arquitectónicas fueron sus creencias religiosas, que lo llevaban a discutir a menudo sobre teología con otros religiosos. En ningún momento, su fervor lo convirtió en un creyente obediente y pasivo (5).

 

El tema, como vemos, es inmenso y aquí no disponemos del espacio necesario para desarrollarlo. Lo que sí haremos es recordar cómo estas referencias religiosas, de ámbito iconográfico y geométrico, se complementan con otras más difíciles de ver, ya que están ligadas a elementos que no siempre dejan huella en la arquitectura. Son las personas y los hechos históricos, tanto contemporáneos como anteriores a la época de Gaudí, que rodean su creación, configurando lo que, quizás, podríamos llamar la “arquitectura humana”…

 

La arquitectura “humana”…

La primera referencia de Bellesguard en la vida de Gaudí llega de manos de Joan Grau, más conocido como el obispo de Astorga, aunque nació en Reus. Fue un gran amigo, y protector, de Gaudí cuando todavía era un joven estudiante, y es gracias a él que Gaudí comenzó a edificar el Palacio Episcopal de Astorga en 1889. Fue durante esta época, cuando el obispo y el arquitecto pasaban horas discutiendo sobre liturgia, que Joan Grau compró los terrenos de Bellesguard. Desafortunadamente, una muerte prematura le impidió llevar adelante el proyecto, pero en su testamento, confió a Gaudí las escrituras de la finca.

 

La segunda referencia llega de manos de otro obispo, el de Vic. Nos referimos a Josep Torras i Bages, otra figura de gran ascendencia en la vida religiosa de Gaudí. En 1899, es decir, un año antes de aceptar el proyecto de Torre Bellesguard, este obispo fundó la Liga Espiritual de la Virgen de Montserrat. En ella, Gaudí conocerá a los hermanos Figueras, que también eran miembros, y uno de ellos persuadirá a su madre, Maria Sagués, para que contrate a Gaudí para la construcción de la actual Torre Bellesguard (5).

 

Además del presente, el pasado de la finca no podría ser más atractivo para un Gaudí. Martí I, el rey que edificó el antiguo castillo de Bellesguard, era conocido como el Humano, por su carácter bondadoso, pero también como el Eclesiástico, debido a su extremo fervor religioso. Dos de las figuras religiosas más influyentes de su época fueron amigos personales suyos: Benet XIII, más conocido como “El Papa Luna”, y Vicente Ferrer. Ambos convivieron con Martí I en el castillo de Bellesguard, oficiando su boda con Margarita de Prades.

 

En resumen, podríamos hablar de muchos símbolos religiosos relacionados con Bellesguard, pero también de la arquitectura humana detrás de estos símbolos. La Torre Bellesguard no es solo geometría e iconografía, sino también relaciones humanas que desde hace siglos no han dejado de converger en este peculiar lugar…

 

Notas:

(1) Navarro Arisa, J.J. (2002) Gaudí. El arquitecto de Dios, Planeta, Barcelona.

 

(2) Sobre la beatificación de Gaudí se puede ver un documental, producido en 2019 por Karavan Productions Films SL, en coproducción con Televisión de Catalunya (enlace), o el siguiente artículo: Fidgen, Jo, y Kremer, W. 16/05/2015, “¿Por qué quieren que el arquitecto Gaudí se convierta en santo?”, www.bbc.com (enlace)

 

(3) Vall i Composada, Josep M., (2014) Bellesguard. De la residencia de Martí L’Humà a la Torre de Gaudí, Barcelona, Duxelm Editorial, p. 106

 

(4) Rius Santamaria, Carles ( ), Gaudí i la quinta potència. La filosofia d’un art, Universitat de Barcelona, Barcelona. En YouTube hay un vídeo con una conferencia del autor sobre este libro: “El pensamiento romántico en Gaudí: la Torre Bellesguard”, Fundos Fundación (enlace)

 

(5) Torres Domènech, Joan, (2018) El Gaudí que no nos han explicado, Cossetania Edicions, Valls, p. 106-114

 

(6) Rius Santamaria, op. cit., p. 33-34, 292-293, 301-312