¿Sabías qué? La alegría de la luz en Torre Bellesguard

Por: Ferran Garcés

En palabras del propio Gaudí: “La gloria es la luz, la luz da alegría y la alegría es la alegría del espíritu”. Podemos ver un ejemplo de esta gloria en la catedral de Mallorca, donde, tanto en la Candelaria como en San Martín, se celebra la Fiesta de la Luz. En ese momento, cientos de personas esperan ver un fenómeno conocido popularmente como “El Ocho de la Seu”. El sol atraviesa la monumental roseta sobre el altar mayor y su reflejo se proyecta en la pared de enfrente, donde también hay otra roseta, de manera que durante un breve período de tiempo, se forma una doble roseta. Una de vidrio y otra de luz. Este es un ejemplo de lo que, en ciencia, se conoce como gnomónica, y que Gaudí describió como “la alegría de la luz”.

Antoni Gaudí, quien restauró la catedral de Mallorca mientras construía Torre Bellesguard, también demostró conocer y dominar los secretos de la gnomónica. Generalmente, las aplicaciones de esta ciencia en el pasado se han reservado para los templos, pero Gaudí la integró también en un edificio civil, como Torre Bellesguard, una obra que en el fondo oculta una gran cantidad de simbología religiosa (1). Nuestro ocho se puede ver en el Día de Navidad.

Vuit de Mallorca

Estrella de Venus de Bellesguard

Con motivo de la celebración de nuestro primer décimo aniversario abierto al público, Galdric Santana, actual cátedra Gaudí y director del Grupo de Investigación de Torre Bellesguard, ofreció una conferencia especial explicando el peculiar ejemplo de gnomónica en nuestro edificio (2). Fue el adelanto de una serie de descubrimientos que se darán a conocer completamente en el año 2026, coincidiendo con el primer centenario de la muerte de Gaudí.

Por otro lado, el uso simbólico de la luz por parte de Gaudí en el ámbito práctico es sorprendente, combinando funcionalidad con estética. El estudio del movimiento del sol condiciona la disposición y forma de todas las ventanas de Torre Bellesguard para garantizar la máxima iluminación del edificio. Además, durante el resto del año, Gaudí tuvo en cuenta un divertido efecto lumínico. Al proyectar una pared blanca frente a las ventanas con vidrios de colores, cada día se pueden contemplar reflejos de colores. Gaudí los llamaba “las pinturas efímeras de Dios”. Un efecto que se puede ver incluso en invierno, la estación con menos luz solar.

Como decíamos al principio, en palabras del propio Gaudí: “La gloria es la luz, la luz da alegría y la alegría es la alegría del espíritu”. Para terminar, queremos añadir otra frase suya: “la arquitectura es el primer arte plástico; la escultura y la pintura necesitan la primera. Toda su excelencia viene de la luz. La arquitectura es la ordenación de la luz”.

 

Notas

(1) Garcés, Ferran (5/01/2023), “L’Estel dels Reis Mags”, en nuestro blog: enlace

 

(2) Equipo de Bellesguard (20/10/2023), “10º aniversario: el Grupo de Investigación de Bellesguard”, en nuestro blog: enlace