¿Sabías qué? Otoño y sistemas antilluvia

Por: Ferran Garcés

El otoño de este año, 2023, comenzó el 23 de septiembre a las 8:50 horas, según los cálculos del Observatorio Astronómico Nacional. Con la nueva estación, teóricamente deberían aumentar los días de lluvia. Sin embargo, la tan necesaria lluvia también puede ser motivo de problemas. Es importante saber cómo evitarlos. Por esta razón, hoy hablaremos sobre algunos de los sistemas antilluvia de Gaudí. En otro artículo,  comentamos que el arquitecto famoso por la simbología de sus edificios también fue una persona muy comprometida con los aspectos funcionales (enlace: soluciones gaudinianas estéticas y prácticas). En Torre Bellesguard hay muchos, hemos hecho una selección.

 

El material: pizarra

En relación con la lluvia, el mismo Gaudí escribió: “Las cubiertas deben ser impermeables (es decir, no porosas) y elásticas (los cuerpos más elásticos suelen ser los más porosos). Parece que esto está en contradicción; significa que se deben construir con materiales compactos, comprimidos si es necesario, pero dejándolos libres para los efectos de dilatación y contracción. El metal, la pizarra, la teja, etc., van bien” (1) Todo esto se tuvo en cuenta en Torre Bellesguard, donde el material elegido fue la pizarra, que, en forma de trencadís gigante, cubre todas las fachadas de ladrillo.

La doble cubierta

Gaudí estudió en detalle las cubiertas de diferentes edificios, incluyendo las de las catedrales del norte de Europa. El maestro resumió una de sus conclusiones mediante una divertida frase: “Los edificios deben tener doble cubierta como las peronalidades tienen sombrero y paraguas” (2) En Torre Bellesguard podemos ver un ejemplo de doble cubierta con mucho detalle porque, por falta de presupuesto, no pudieron revestirlas y, en consecuencia, hoy en día, sus paredes y pilares continuan desprovistas de cualquier decoración (Enlace: ¿Sabías qué? Geometría al descubierto) En consecuencia, el esqueleto de la casa nos muestra el elegante y eficiente sistema de arcos mediante el cual Gaudí logra aligerar el peso de la doble cubierta de la azotea. Una estructura de ladrillos por dentro, como dijimos, pero de piedra de pizarra por fuera.

Hablando del templo de la Sagrada Familia, Gaudí enfatizó que su objetivo era evitar la aparición de goteras desde el primer momento. Literalmente dijo: “La cubierta será doble y las quiero hacer ambas pétreas. Un edificio con una sola cubierta es incompleto, aunque algunos arquitectos quieran defender lo contrario. Este criterio sería tolerable en un maestro de obras o albañil, a quien interesa evitar goteras a menudo, pero no en un arquitecto, que debe preocuparse para que no las haya” (3).

 

Suelos especiales en balcones y azoteas

Además del material pétreo y de la estructura de la doble cubierta, Gaudí añadió al edificio unas sencillas pero efectivas soluciones para garantizar su impermeabilidad en caso de lluvia. En el balcón de la Sala de los Fumadores, podemos observar que el suelo está a un nivel inferior al suelo de la habitación. Esto obedece a dos motivos. Por un lado, para que la barandilla de hierro forjado no obstaculice las vistas al jardín, y por otro lado, para que en caso de lluvia, el agua no entre dentro.

En la puerta de la azotea, se repite la misma fórmula, mediante otro escalón alto, que sirve como contenedor del agua, entre el suelo de la casa y el de la terraza. Por otro lado, el suelo de la azotea está curvado intencionadamente, con el fin de que la lluvia pueda desplazarse hacia unos agujeros en la pared en forma de saeteras por dentro, y de gargolas, por fuera. Motivos que refuerzan, de paso, el aspecto medieval de la casa como parte del homenaje de Gaudí al pasado de la finca, cuando fue residencia del rey Martín I el Humano. En definitiva, motivos prácticos y estéticos que, como decíamos antes, nos recuerdan la capacidad de Gaudí para obtener formas con valor simbólico pero también útiles. Como él mismo decía, “La ornamentación, para que sea interesante, debe representar objetos que nos recuerden ideas poéticas” (4).

 

Notas

  1. Puig-Boada, Isidre (1980), El pensamiento de Gaudí. Compilación de textos y comentarios, Publicaciones del colegio de Arquitectos de Cataluña, Barcelona, p. 160
  2. Ibid, p.161
  3. Ibid, p. 210
  4. Ibid, p. 28